La Torre de Hércules es una torre y faro situado en la península de la ciudad de Coruña, en Galicia. Su altura total es de 68 m y data del siglo I. Tiene el privilegio de ser el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo. Es el segundo faro en altura de España, por detrás del Faro de Chipiona. El 27 de junio de 2009 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.Datos geográficos Localización: 43º23´N 8º24´W. Altura: 49 metros. Altura sobre el nivel del mar: 106 metros. Escalones: 234. Alcance: 24 millas. Destellos: grupo de 4 cada 20 segundosLeyendas Hay varias leyendas relacionadas con su construcción. Una de ellas cuenta que Hércules llegó en barca a las costas que rodean actualmente la Torre, y que fue precisamente allí el lugar donde enterró la cabeza del gigante Gerión, después de vencerle en combate. Esta leyenda representa la continuidad del legado romano de Hércules sobre el legado tartésico-fenicio de Gerión. Coruña, probablemente llamada Caronium[2] [3] en ese tiempo, y la Torre de Hércules son herederas de la mítica ruta fenicia del estaño desde las Islas Británicas y Cornualles hasta Cádiz y Cartago, ciudades que comparten similares condiciones geográficas.Características Los elementos más significativos de la arquitectura romana son la construcción abovedada y el empleo de un primitivo hormigón. Los romanos emplearon profundamente el arco y la bóveda. Ésta no se forma con dovelas de piedra aparejada (salvo en algunas construcciones asiáticas), como se disponía en la bóveda etrusca, sino de una masa confeccionada con puzolana y cascajo. Las bóvedas solían tener gruesos arcos de ladrillo, paralelos, y diagonales pero embebidos en la bóveda misma, que servían como sujeción provisional y como refuerzo interior de la bóveda. Un ejemplo soberbio es la cúpula del Panteón de Agripa en Roma. Los romanos, no sólo construyeron bóvedas de cañón y cúpulas, sino rudimentarias bóvedas de arista y de crucería. Pero estas últimas debieron usarse con poca frecuencia fuera del Imperio de Oriente pues sólo se conocen las de las Termas de Caracalla y las de la Basílica de Majencio en la cual se advierte un sistema de contrarrestos interiores aplicados a la bóveda. También empezaron a aparecer en la arquitectura romana los capiteles historiados que tanto se hicieron en la Edad Media, pues de ellos se han descubierto algunos ejemplares en Pompeya y otros sitios. Los edificios romanos, según su uso, podían ser muy sobrios o muy suntuosos. Puentes y acueductos son austeros y funcionales, mientras que templos y palacios son lujosos y monumentales, con un claro fin representativo. Las edificaciones más nobles se revestían de piedra formando órdenes, que no reflejaban la estructura interior real. Se decoraban los muros de los edificios suntuosos con pinturas y los pavimentos con mosaicos.
viernes, 10 de julio de 2009
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